Pino Pinelli nació en Catania en 1938, donde completó sus estudios artísticos. En 1963 se trasladó a Milán, donde aún vive y trabaja, fascinado y atraído por el debate artístico de aquellos años, animado por figuras como Lucio Fontana, Piero Manzoni, Enrico Castellani. Participó en los premios San Fedele y en 1968 realizó su primera exposición individual en la Galleria Bergamini. A principios de los años 70 Pinelli comenzó una fase de reflexión e investigación, en la que trató de centrarse en el vínculo esencial entre tradición e innovación, con especial atención a la superficie pictórica, a las vibraciones de la pintura. Así nacieron los ciclos de la "Topología" y los de los "Monocromos", cuya superficie comienza a ser movida por sutil inquietud, como si el artista quisiera devolvernos el aliento de la pintura misma. Estas experiencias lo sitúan en la tendencia que Filiberto Menna llamó "pintura analítica", aunque desde 1976 Pinelli reduce drásticamente el tamaño de sus obras, que se están colocando en el espacio, yuxtapuestas entre sí, como si una explosión hubiera golpeado sus grandes lienzos y hubiera generado una difusión de sus fragmentos en el espacio: el artista abandona el lienzo y el marco, atraídos por el concepto mismo de pintura. Giovanni Maria Accade escribe en la monografía Pino Pinelli, continuidad y difusión (Lubrina, Bérgamo 1991): "Sobre estas pieles de ciervo naufraga, para Pinelli, la concepción de una pintura que reconoce como sede el área delimitada de la pintura. Por el contrario, se abre la perspectiva de una pintura en perpetua migración, en la espacialidad fenoménica intermediable. Una salida de la pintura que no es una negación de la pintura, sino una concepción diferente de la misma. Perseguida de manera diferente y perseguidora de un espacio siempre absorbente y nunca completado, la pintura se contrae para expandirse, parece negarse a sí misma pero poder afirmarse aún más". Más allá de las etiquetas de "pintura analítica", las obras de Pinelli fascinan: cuerpos inquietos de pintura caminando en el espacio, flotando y migrando en formaciones pequeñas o grandes, hechos de materiales que llevan los signos de una ductilidad ansiosa, y que realzan la fisicalidad táctil y la felicidad visual de un color pulsante de vibraciones luminosas.